Published on diciembre 23rd, 2023 | by Jorge Reyes
0Los 100 mexicanos + creativos en el mundo: cómo la IA influye en la creatividad
Durante el último año, la humanidad ha atestiguado cómo la Inteligencia Artificial (IA) gana terreno en muy diversas industrias. Esto ha generado en algunos profesionales ciertos cuestionamientos sobre cómo podrían transformarse o, incluso, desaparecer sus actuales puestos de trabajo. En otros causa emoción, porque observan oportunidades de desarrollo al apalancarse de esta tecnología.
“Cuando en los años 2017, 2018, hablábamos del impacto de la Inteligencia Artificial sobre la economía, fundamentalmente pensábamos que sustituiría tareas repetitivas y que sería capaz de clasificar información. Eso lo pensábamos, y sorpresivamente, contra a todo pronóstico, la IA ha ido a atacar uno de los núcleos sagrados del estatus, digamos de la ‘divinidad humana’, porque siempre se ha considerado que la creatividad es patrimonio del ser humano, igual que el lenguaje”, dice, en entrevista para Forbes México, Xavier Ferrer i Serra, consultor en transformación digital y CEO de mudit.org.
Xavier considera que es, justamente, el sector creativo uno de los que mayor impacto ha experimentado y, también, uno de los que quizá no se encuentra del todo preparado frente a los embates de la IA. En este sentido, comenta el experto, se nos coloca frente a tres escenarios: el primero de ellos es considerar que la IA es una herramienta que facilitará el flujo de trabajo, que incrementa la productividad, que apoyará la creatividad y contribuirá a elevar el estándar de calidad de los productos creativos. “Por supuesto que va a ser más sencillo hacer una película, pero, a la vez, el público va a exigir más de esa película”, dice.
El segundo escenario es apocalíptico, en el que la gente sí podría aceptar y consumir contenidos creados por la IA e, incluso, preferirlos por encima de las creaciones humanas. Esto, explica, podría generar creaciones llenas de mediocridad, porque la IA se nutre a partir de datos ya existentes (hablamos, entonces, de un reciclaje continuo de productos creativos).
El tercer escenario podría ser que el producto creativo de la IA fuera mediocre o no lo suficientemente bueno, y volviéramos a la ‘artesanía’. Si fácilmente el público pudiera distinguir cuándo un producto creativo es generado por una máquina y cuándo por un artista, la IA perdería mucho de su atractivo. “Yo creo que el escenario que vamos a vivir es el primero, el más optimista, en el que la creatividad es aumentada. Es decir, yo uso la IA como herramienta, y esta herramienta me va a servir para los flujos de trabajo, la generación de brainstorming”, dice Xavier, a modo de ejemplo.
Actualmente, agrega, son pocos los creativos que están acercándose a esta tecnología. Cita una encuesta de la agencia creativa Engine Creative, de origen inglés, en la que sólo uno de cada 10 creativos dijo utilizar la IA de manera regular para generar un flujo de trabajo (no obstante, esta misma encuesta dice que 71.7% de los creativos están de acuerdo en que la IA les ayudará a mejorar su trabajo). “Presenté, hace poco, un proyecto sobre educación e IA. Si le preguntas a la gente, en general, verás que existe un cierto temor y rechazo, cierta infravaloración de las posibilidades de la IA”.
Xavier encuentra similitudes entre el momento que estamos viendo y los años en los que surgió la fotografía. Él explica que los pintores retratistas la odiaban, porque técnicamente podía generar mejores imágenes y en menos tiempo. Esto creó un estigma sobre la fotografía: “Hoy, ninguno de nosotros discutiría que la fotografía es un arte, porque hemos llegado al convencimiento de que esa herramienta es ‘domada’ por el fotógrafo”.
No obstante, y con toda la aversión que en algunos pudiera provocar, la IA es incontrolable, opina Xavier. ChatGPT es la aplicación que más rápido ha cautivado a los usuarios. En tan sólo cinco días alcanzó 1 millón de usuarios y, para enero de 2023, ya tenía 100 millones, de acuerdo con un artículo publicado por J.P. Morgan. La empresa detrás de esta aplicación, Open AI, podría generar ingresos por aproximadamente 200 mdd este año, según datos de un artículo publicado en elEconomista.es.
Para aprovechar estas herramientas, explica Xavier, los profesionales deberán tener la capacidad de ser “nómadas del conocimiento”. Es decir, deberán desaprender y aprender rápido, sin ataduras, además de poder trabajar desde esquemas colaborativos: “Pronto estaremos en una IA general”, vaticina el experto.